Confinamiento



Días de echar de menos, 
días de valorar,
lo que somos y seremos,
o lo que el tiempo nos dirá.

Días de caricias forzadas,
de abrazos a la pantalla,
de no te vayas mañana,
y a la mañana no estás.

Días de recoger la silla,
para sentarte o sentirte bien,
de saber si te sientes,
de aprender cómo aprender.

Días que son tardes,
y tarde apreciar la luna,
lluvia por la ventana,
miradas llenas de dudas.

Días de sexo eléctrico,
mérito de uno mismo,
de ritmo frenético;
un pésimo espejismo.

Días de dormir con el peluche,
pensando que es ella,
echarle su perfume,
y que se esfume sin huella.

Son días de confinamiento,
con fin y a tiempo,
juntos en esto,
llegaremos a buen puerto.

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